Bueno, como en las últimas publicaciones me la he pasado discutiendo cuestiones existenciales, hoy quiero hacer algo diferente. Dicen que cada cabeza es un mundo y, la de los gringos es cosa aparte. Para los extranjeros que vivimos en EE. UU. hay muchas cosas que nos resultan extrañas. En mi caso, no importa cuánto tiempo lleve viviendo en este país; hay una infinidad de cosas que no llego a comprender del todo, ni siquiera con la iluminación de Buda. A continuación un pequeño listado:
- Su obsesión por las armas. Pregúntale a cualquier estadounidense y te aseguro que fácilmente el 90 % está a favor de las armas. Este tema puede generar debates acalorados y discusiones interminables. Lo digo por experiencia. La gente acá defiende a capa y espada su derecho de poseer armas y vaya si las cifras no lo avalan: en cada hogar en EE. UU. tienen por lo menos un arma. Dicen que está en la constitución, pero hacen a un lado el contexto en el que esa ley fue redactada. Actualmente me parece anacrónico, pero mucha gente dice que no. Dicen que tienen derecho a defenderse y que para eso necesitan tener armas. Me parece verdaderamente sorprendente que la gente acá siempre señala la inseguridad y los homicidios en América Latina, pero se hacen de la vista gorda respecto a los acontecimientos que suceden en este país y donde hay armas de fuego de por medio. Acá hasta en la escuela te pueden matar. Con eso de que cualquier loco puede tener un arma, no estás a salvo en ningún lugar. Y es que es muy fácil comprar armas en este país. Las venden como si fueran dulces. Por eso no es de sorprendernos tantos hechos relacionados con las armas. A pesar de las cifras alarmantes de homicidios con armas, no se ha legislado al respecto porque las armas forman parte de la cultura estadounidense. Se ha hablado sobre el tema hasta el cansancio, pero no se hace nada. Se han analizado casos de otros países donde se prohibieron las armas y los resultados favorables derivados a partir de ello, pero nada es suficiente para convencer a los gringos de que las armas deben ser restringidas.
- La ineficiencia/nulidad del transporte público. En muchas ciudades de EE. UU. es muy difícil desplazarte de un lugar para otro si no tienes automóvil. En ciudades como Houston, donde yo vivo, es una pesadilla vivir sin automóvil. Solamente para darles un ejemplo, esta semana he estado teniendo problemas con mi automóvil. El miércoles en la noche se me empezó a calentar el auto, así que ayer tuve que dejarlo en taller. Y de ahí tuve que tomar un Uber para irme a trabajar. Sí hay transporte público, pero es deficiente, por no decir nulo. Si vives en el centro o alrededores, está bien, pero si vives en los suburbios como yo, se vuelve un verdadero caos. Cerca de mi casa no pasa nada, tengo que caminar 2 km o más para tomar el camión. Acá tienes que tener automóvil a fuerza. Me atrevería a decir que es una mafia donde las grandes marcas manejan todo y boicotean directa o indirectamente al desarrollo del transporte público en este país.
- El sistema de salud. Como todos saben, EE. UU. es el único país desarrollado que no tiene un sistema de salud universal. Todo es privado. La salud es un vil negocio. Ya escribí sobre el tema en otra entrada anterior, así que no voy a ahondar mucho en el tema, pero me parece inconcebible que no se tomen medidas al respecto. La salud es un derecho y no debería lucrarse con ella como se hace aquí. El sistema es ineficiente, hay mucha burocracia de por medio, los costos son elevadísimos, es un círculo vicioso.
- El costo de la educación superior. Estudiar una carrera en EE. UU. es muy caro. Te tienes que endeudar de por vida. La mayoría de la gente no tiene más remedio que pedir préstamos para pagar sus estudios. Y no estamos hablando de universidades privadas necesariamente, sino de universidades públicas. Terminas tu carrera y a pagar durante varios años. La edudación, al igual que la salud, es un vil negocio en este país.
- Las propinas. Si hay algo que nos causa mucho conflicto a los extranjeros que vivimos en este país es el hecho de que tienes que dejar propina por todo. Aquí no solamente se espera que le des propina a un mesero de un restaurante sino también a los taxistas, estilistas, repartidores, etc. En muchos lugares la propina es obligatoria si vas en grupos de 6 personas o más. Se sabe que a los meseros no les pagan bien, pero en lugar de legislar al respecto, se fomentó la cultura de las propinas y es mal visto que no dejes una. Trataré el tema más a fondo en otra publicación.
- La omisión de los impuestos en los precios de las cosas. Si hay algo que me choca cuando voy de compras a cualquier lugar aquí, es que no te incluyan los impuestos en el precio. En México, por ejemplo, cuando vas a cualquier tienda, el precio que ves en la etiqueta es lo que pagas. Simplemente vas sumando y te da el total de tu compra. Acá no. Acá te ponen los impuestos hasta que vas a pagar. Si por ejemplo ves algo en USD 10, vas a tener que pagar como USD 1 de impuesto. Y súmale todo lo demás. De poquito en poquito se hace una cantidad grande. No sé por qué fregados no ponen los precios finales en las etiquetas de las cosas. Según leí por ahí alguna vez, se trata de algo psicológico. Las marcas no quieren que los impuestos sean vistos como parte del precio en la mente del consumidor. Sí, claro...
- Lo despreocupados que son por su apariencia. En este punto debo confesar que a veces me agrada y otras no. Aquí por ejemplo, vas a desayunar a algún restaurante y no es raro ver gente en piyama o pantuflas o que ni siquiera se pasaron un peine por la cabeza. Si vas a una tienda, a Walmart por ejemplo, es común ver cada tipo de gente con unas fachas que para qué les cuento. Ni siquiera para ir a un bar o antro se arreglan. Ves es a los gringos en playera y tenis y a las chavas vestidas bien equis también. En México o América Latina ni de chiste te dejan entrar a un antro si no vas bien arreglado. Digo, a mí a veces también me da flojera arreglarme, pero los gringos están en otro nivel.
- El uso extendido de los cheques. Los cheques siguen siendo un medio de pago muy utilizado en EE. UU. Los usan para cuestiones de nómina, para pagar servicios, con fines comerciales, en fin. Ni siquiera en países subdesarrollados se emplea tanto el cheque, pero los gringos se niegan a abandonarlo. A pesar de los avances en la tecnología y de que ahora puedes pagar con tarjeta de crédito o hacer transferencias electrónicas, el cheque sigue siendo muy utilizado en este país. Simple y sencillamente no lo entiendo.
- Madera, madera, madera. Todas las casas y todos los edificios son de madera y tablaroca (sheet rock). A los gringos les encanta utilizar madera para la construcción porque según es más barata y el trabajo se hace más rápido, pero aún así te venden una casa carísima. Según investigué un poco, es muy raro encontrar construcciones de otro material que no sea madera. No sé si sea por ley o simplemente por cuestiones prácticas, pero aquí usan la madera para todo. Por eso cuando hay una inundación tienen que volver a construir porque ya sabemos que la madera no es tan resistente al agua. Y tampoco podemos dejar de lado las termitas que son un gran problema por lo mismo.
- Lo costoso de los servicios. Todo tipo de reparación, ya sea de carpintería, plomería, electricidad, etc., sale carísima. Así que, o aprendes a hacer las cosas tú mismo o buscas por ahí alguien que te haga el paro. O hazle como los gringos: compras una garantía por la cual tienes que pagar un deducible por el trabajo y a veces ni te quieren cubrir el reclamo.
- La fluctuación de los precios de seguros para automóviles. Cuando vas a comprar una póliza de seguro, te preguntan todo: tu edad, estado civil, si eres dueño de casa, a qué te dedicas, cuántas millas manejas al día, en fin. No se limitan a recopilar datos sobre tu automóvil. Como dato general, los hombres menores de 25 años pagan primas más altas porque estadísticamente es más riesgo asegurarlos. Con las mujeres es algo parecido. Los precios varían dependiendo tu edad y estado civil. Ah, y si tienes algún accidente o multas de tránsito, tu tarifa puede subir. Total, que por todos lados te la dejan caer.
- El señor crédito. Para todo te piden tu crédito. Recuerdo cuando quería contratar cable, me pidieron mi número de seguro social para revisar mi crédito. Resultó que otra persona estuvo usando mi seguro social o algo así, así que me tuve que presentar en persona en las oficinas de Comcast para verificar mi identidad. Y así, al igual que para contratar cable, revisan tu crédito si quieres un plan telefónico, rentar un apartamento e incluso a veces, para conseguir un empleo. Tiene lógica que lo hagan cuando se trata de un préstamo estudiantil o una hipoteca, pero se me hace exagerada la importancia que le dan al crédito. Y lo peor de todo, es que este varía demasiado dependiendo de varios factores cuya fórmula no logro descifrar. Lo que sí es que cada vez que te revisan tu crédito, te van quitando puntos. O sea, tu puntuación crediticia baja simplemente porque revisan tu crédito. ¿Así o más ilógico?
Bueno, amigos, estas son solamente algunas de las cosas que no entiendo de los gringos. Hay más, muchas más, pero la entrada se haría muy larga. Tal vez haga una segunda parte. Y ustedes, amigos, ¿qué cosas no entienden de los gringos? Au revoir!
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