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domingo, 29 de julio de 2018

El engaño de la moda

Dicen que de la moda, lo que te acomoda. ¿Y cómo no va a ser así, si la ropa que venden no tiene tallas realistas? Aunque te quieras poner algo, no te queda, no me refiero a que no se te vea bien, sino que literalmente no te queda, no te entra. Recuerdo cuando era adolescente y comencé a preocuparme un poco por mi imagen. Me puse a dieta y bajé mucho de peso. Pero era desalentador ir a la tienda a comprar ropa y que no me quedara lo que me gustaba. No era raro encontrar ropa "unitalla", como si todos tuviéramos exactamente las mismas medidas. Las marcas de ropa, en este caso las dirigidas a los jóvenes, creían que todos los muchachos éramos unos flacuchentos sin tripas. O también sucedía que clasificaban las camisas/playeras en chicas, medianas y grandes, pero cuando las comparabas, realmente no había mucha diferencia entre ellas. La cosa no era muy diferente con los pantalones. Por esa razón casi siempre los compraba cuando venía a Houston de vacaciones. No por vanidad sino por necesidad.

Ahora que soy adulto he visto tristemente que las cosas no han cambiado mucho. Para los que han tenido que bajar de peso como yo, comprenderán el dilema de la ropa. Llegas a un punto en el que la ropa de una talla te queda grande, pero la talla que le sigue para abajo no te queda o te aprieta. Es tan molesto que no haya tallas intermedias. Por ejemplo, los pantalones los hacen solamente en tallas pares: 32, 34, 36, etc. Si necesitas una talla intermedia ya te fregaste. A todo esto agrégale que las diferentes marcas de ropa no usan medidas estándares, a pesar de que debería ser así. Les explico. No es raro que un hombre tenga que usar diferentes tallas de pantalón. Tal vez sea un 34 con Levi's, pero un 36 con Wranglers o Dockers. La lógica diría que un 34 debería ser igual en cualquier marca, pero la realidad es muy diferente. El que un 34 de una marca te quede bien no te garantiza que un 34 de otra marca te vaya a quedar igual. Lo peor del caso es que a veces la misma talla varía incluso en la misma marca. Esto según por el corte del pantalón, pero en mi opinión no debería haber una variación tan grande entre dos pantalones de la misma talla. ¿No lo creen? Es tan frustrante.





Me di a la tarea de investigar un poco sobre el tema y honestamente me da gusto saber que no estoy solo en esto. Las mujeres siempre se quejan sobre lo difícil que es encontrar ropa a su gusto, pero nosotros los hombres no estamos exentos. Y no tanto porque no sea de nuestro gusto, sino porque no nos queda. Bueno, les comentaba que estuve investigando y encontré un término conocido como vanity sizing (algo así como tallaje vanidoso), práctica que consiste en usar tallas falsas, etiquetar ropa con tallas más pequeñas de lo que en realidad son. Lo que buscan las diferentes marcas de ropa es atraer al cliente, haciéndole pensar que necesita ropa más chica. Es un flagrante engaño. Mientras que para algunos puede ser halagador tener que usar ropa "más chica", para los demás (la mayoría diría yo) es frustrante que la talla que se supone que eres no te quede bien. Con estos antecedentes debería ponerme a medir mi ropa para ver qué talla es cada prenda en realidad. A simple vista se ve que no toda es igual, por lo cual no me sorprendería encontrar una gran variación. Y la cosa empeora con la ropa "de marca" o diseñador. Esos de veras que tienen unos moldes más pequeños todavía o tienen un sentido muy distorsionado de las medidas. Ni a cual irle.

No solamente se ve lo anterior con los pantalones sino con camisas y playeras también. Con estas últimas no es tan común usar tallas con números sino simplemente clasificarlas como chicas, medianas y grandes, lo cual es muy ambiguo y subjetivo. En mi caso, cuando compro camisas/playeras, tengo que probarme grandes y extra grandes porque no todas me quedan iguales. Y como dije arriba, la cosa empeora cuando se trata de ropa de marca. Vas a la tienda bien confiado de que eres cierta talla y al probarte la ropa de esa talla descubres que no te queda. ¿Engordaste? No, has monitoreado tu peso y medidas, de hecho has estado bajando. Pero la ropa que se supone que te debería quedar no te queda. ¿Qué pasó ahí?





Desconozco el caso de las mujeres en este aspecto, pero por lo que he visto y oído, sucede algo similar. No es justo ni ético que la industria de la moda juegue así con nosotros. Podría parecer algo superficial, pero no lo es. A causa de esto, muchas mujeres han caído en dietas extremas o enfermedades como la anorexia, todo ello resultando en perjuicio de su salud, incluso provocándoles la muerte. Tal vez en el caso de los hombres no se ven o escuchan tantas cosas al respecto, pero independientemente de ello, algo se debe hacer. No es posible que la industria de la moda se valga de prácticas deshonestas para influir en la psique de la gente, para atraerlos como las antiguas sirenas atraían a los marineros con su melodiosa voz para devorarlos al final. Al pan, pan y al vino, vino. La gente no es tonta y se da cuenta cuando la están engañando, porque de eso se trata, un engaño, un miserable engaño. Por lo pronto, no nos queda más que seguir alimentándonos y ejercitándonos para vernos bien...ejem, quiero decir por salud. 

sábado, 21 de julio de 2018

El cliente no siempre tiene la razón

Tratar con clientes no es nada fácil. Tienes que tratar con todo tipo de gente. Hay personas que son amables, comprensivas y que tienen tacto para decir las cosas, mientras que por otro lado hay personas a las que te dan ganas de decirles hasta de lo que se van a morir; son prepotentes, altaneras, groseras, por decir lo menos. Aunque también hay que reconocer que hay personas que tuvieron un mal día y les tocó desquitarse con la primera persona que casualmente fuiste tú. Pero también es verdad que hay personas que simplemente son nefastas. Personas que creen que porque tienen dinero o que porque están pagando un servicio tienen el derecho de humillar, avasallar e insultar a los demás. Quieren todo de ya, no entienden razones, quieren todo a su modo y es muy difícil darles gusto. Son de las personas que buscan el prietito en el arroz. Lamentablemente siempre va a haber gente así y uno tiene que aprender a lidiar con ellos en la medida de lo posible. Qué remedio.

Les comenté que hace unos meses me cambié de trabajo. Ahora tengo más relación con clientes, lo cual, honestamente, no me agrada del todo. No es mi fuerte, pero hago lo mejor que puedo. Todos los días tengo que lidiar con clientes por correo electrónico o teléfono, sobre todo este último. Soy el encargado administrativo de una pequeña empresa de reparación de electrodomésticos. Trabajamos con un par de empresas que ofrecen garantías para los electrodomésticos que compra la gente en las tiendas. Puede ser un poco estresante porque en muchos casos estamos a expensas de lo que decida la compañía de garantías. Pero como los clientes no lo saben o no les importa, te la rayan a ti si algo no está bien. Me ha tocado lidiar con cada tipo de gente, los más difíciles son las agentes de bienes raíces (son unas hijas de su madre, por no decir otra cosa) y las personas que llaman furiosas porque no hemos recibido las partes que ordenamos para arreglar sus electrodomésticos. A este tipo de órdenes se les conoce como backorders, algo así como pedidos pendientes. Cuando hacemos un pedido y la tienda nos dice que una o más piezas están en backorder, sé que habrá problemas con el cliente en cuestión. Las piezas pueden llegar en semanas o incluso meses. Muchas veces ni siquiera pueden propocionarte una fecha tentativa de entrega y, si lo hacen, esta puede retrasarse. Todo depende de la fábrica. Pero no hay más remedio. No es raro que una pieza no la encontremos en ninguna tienda y tengamos que hacer el pedido directamente al fabricante, lo cual, como ya dije, puede tomar meses.  





Contrario a lo que se piensa y se ha dicho siempre, el cliente no siempre tiene la razón. La verdad no sé quién inventó esa patraña. Es lo más falso que existe. De este argumento se vale mucha gentuza para hacer "valer sus derechos" y justificar su proceder. Todo, siempre todo lo malo que sucede es culpa de la empresa o de la persona que brinda atención al cliente (entiéndase vendedores, agentes, etc.). El cliente es inocente, nada es su culpa. Ellos simplemente están para exigir y los demás para cumplir sus órdenes. No pueden entender que a veces pasan cosas que están fuera del alcance de uno y que eso impide que se pueda cumplir con el servicio o producto en tiempo o forma. Hasta parece que hablamos dos idiomas distintos. Les puedes decir la misma cosa mil veces y no entienden. Creo que ni con peras ni manzanas lo harían. En los tres meses que llevo trabajando ahí ya me han tocado por lo menos tres o cuatro personas que me gritaron y casi me la rayaron. Lo peor del caso es que no te puedes poner a su nivel. Tienes que mantener tu profesionalismo y contestar de la forma más serena posible, lo cual a veces es francamente imposible. Uno entiende hasta cierto punto su frustración y desesperación, pero eso no les da ningún derecho de insultar o gritar a las personas que los atienden. Ahora que estoy del otro lado puedo entender un poco más y ponerme en los zapatos de las personas que tienen que brindar atención al cliente. Siempre como cliente he tratado de ser ecuánime, aunque debo reconocer que en un par de ocasiones he perdido el control. 

Hace algunos meses que escribí sobre lo mucho que odio tener que llamar a los centros de atención a clientes, ya sean estos de bancos, aseguradoras o lo que sean. Lo dije y lo sostengo. Odio tener que llamar a esos lugares nefastos donde de entrada te topas con un menú telefónico confuso, te atienden personas diferentes cada vez que llamas, te ponen en espera una infinidad de veces, tu llamada puede durar hasta una hora y al final no te resolvieron nada. Pero como ya dije arriba, ahora puedo entender un poco más. Los representantes de atención al cliente solamente siguen órdenes en la mayoría de los casos y la solución de un problema no siempre está en sus manos. Hay cosas que simple y sencillamente se escapan de su control. Por eso no es justo que nos desquitemos con ellos. Hay que tratar, en la medida de lo posible, de mantener un respeto para con quien tratamos por teléfono. Créanme que es muy estresante tener que lidiar con este tipo de situaciones. Gritar y amenazar a las personas que te atienden no va a resolver nada.



Hay clientes que parece que están esperando la oportunidad para echarte pleito. Hay muchos muy abusivos también. Lo podemos ver en todos lados: en restaurantes, en tiendas, etc. Por eso es muy importante que los gerentes o personas encargadas de supervisar a los vendedores/agentes/representantes sean objetivos y tengan un sentido crítico de las cosas al momento de juzgar una situación. Que investiguen a fondo, que no se dejen llevar por suposiciones y que no le den la razón al cliente automáticamente sin haber sopesado los hechos. Como siempre lo he dicho, siempre se deben ver las cosas desde todos los lados posibles. Hay clientes buenos y malos, así como hay vendedores/agentes/representantes buenos y malos. No podemos englobarlos a todos en la misma categoría. Debemos poner todo de nuestra parte, ya sea como clientes o personas que brindan atención a los clientes, para llevar una relación cordial, ya que ello resultará en el bien común. 


domingo, 15 de julio de 2018

A la defensiva

Cuando uno aprende a conducir, te dicen que debes "conducir a la defensiva". En un mundo ideal, saber conducir y conocer los señalamientos viales deberían ser suficientes. Pero en la vida real es muy diferente. Gracias a tanto descerebrado que anda por las calles, uno tiene que cuidarse de los demás. Mucha gente no respeta los señalamientos viales y son un peligro en la calle. Son los causantes de tantos accidentes que pudieron ser evitados. Para desgracia nuestra, esta gente abunda y si no tienes cuidado con ellos, te llevan entre las patas. Lo mismo aplica para muchas cosas más en la vida diaria.

Estoy seguro de que muchos de nosotros hemos escuchado que antes la palabra bastaba para cerrar un trato. Una promesa era un compromiso formal e irrompible. La gente cumplía su palabra sin necesidad de firmar papeles. En la actualidad es todo lo contrario. Ahora dicen que papelito habla. Para todo es imprescindible firmar un papel. Si no lo haces, estás a expensas de que te pasen a perjudicar. Se aprovechan de tu nobleza, como decía el Chapulín Colorado. La verdad es que mucha gente es aprovechada; les ofreces la mano y te agarran el pie. Uno por querer ser "buena gente" deja pasar muchas cosas. Ya no puedes confiar en nadie. Bueno, todavía queda gente decente, pero son menos que los otros lamentablemente. Por eso tienes que aprender a defenderte.

Dicen que las reglas se hicieron para romperse. No, se equivocan. Las reglas se hicieron para protegernos, para mantener un orden. Las reglas y las leyes son indispensables en un mundo en el que si no friegas, te friegan. Si nos metemos en rollos filosóficos, tenemos dos posturas opuestas: la de Rousseau y la de Hobbes. Para el primero, el hombre es bueno por naturaleza, mientras que para el segundo es todo lo contrario. En lo particular, concuerdo con Rousseau. El hombre es malo por naturaleza. La bondad, la generosidad y todas las cosas buenas se deben aprender, pero muchos no lo hacen. Por el contrario, esta gente se mueve por intereses, es egoísta, ambiciosa, envidiosa, mentirosa. No todos están al mismo nivel, pero todos lo padecen de una u otra forma. 




Desde que somos niños somos expuestos a la maldad. El aborto, la violencia intrafamiliar, el abandono de hogar son tan sólo unas de las formas de maldad infligidas sobre los pequeños. Y cuando entras a la escuela las cosas no mejoran. Ahí te enfrentas al bullying o acoso escolar. Gracias a los niños desadaptados provenientes de familias disfuncionales, los demás tienen que aprender a defenderse para sobrevivir en la jungla escolar. Lo peor del caso es que todo comienza desde el kinder y continúa en la primaria, la secundaria, la preparatoria e incluso la universidad. La gente simplemente no aprende. Eso solo nos demuestra que la edad no es sinónimo de madurez. La madurez, la verdadera madurez no conoce edad. Hay niños más maduros que un joven de 18 años o un adulto de más edad. 

Como muchas personas, sufrí de abuso escolar por mucho tiempo. Tuve que aprender a sobrevivir. Solamente los que lo hemos padecido sabemos el infierno que es. A veces optaba por ignorar, por cerrar oídos a palabras necias, pero esto no siempre es posible. Una vez sí llegué a golpear a uno o dos niños que me colmaron el plato. No dudaría en volver a hacerlo si fuera necesario. Y contrario a lo que muchos piensan, eso me ayudó mucho. Esos niños ya no se metieron conmigo. Ya después tuve que contenerme porque me cambiaron a una escuela cristiana y ahí me habrían expulsado si hubiera golpeado a los que se dedicaban a molestarme. Pero sobreviví.




Cuando terminas tus estudios, te enfrentas al mundo laboral. Es un mundo despiadado y cruel. Tienes que aprender a "ponerte la camiseta parcialmente" sin perder tu dignidad, sin venderle tu alma al diablo. Porque antes que empleado, antes que cualquier otra cosa, eres una persona que se debe respeto a sí misma, que debe mantener su dignidad. Debes tener mucho cuidado tanto con tu jefe como con tus compañeros. No puedo generalizar, pero a muchos no les importaría perjudicarte si con ello se benefician. Es la naturaleza humana. El hombre es un egoísta innato. Es algo que se debe desaprender. 

En la publicación anterior comenté que estoy en una disputa con mi aseguradora porque no quieren pagar una cuenta médica. No es algo legal, por el momento. Honestamente, espero no llegar a esas instancias. Los asuntos legales me parecen tan vulgares. Son tan tediosos y desgastantes. Pero a veces no hay más remedio. No sería la primera vez que me veo envuelto en uno. La primera vez fue cuando demandé a un expatrón por una canallada que nos hicieron. La segunda vez no fui yo directamente el implicado sino mi mamá. Tuvo un accidente en su trabajo y esos desgraciados se portaron muy mal con ella. Tuvimos que demandarlos y fue un proceso largo y complicado. Llegamos a un arreglo, no del todo favorable, pero no tuvimos más opción. La llevábamos de perder contra una empresa grande que tiene los medio$. El dinero, siempre el maldito dinero. La gente que lo tiene hace y deshace a su antojo y uno lo único que puede hacer es defenderse como puede contra tanta injusticia. A veces sabemos o estamos casi seguros de que nuestra lucha es una causa perdida, pero no debemos de darnos por vencidos sin haber luchado. Debemos luchar por lo que es justo, hacerle frente a tanta maldad, suciedad, corrupción, inmoralidad.




A veces ni sabes de dónde viene el golpe. Lo más triste es cuando se trata de tu familia o amigos cercanos. Confías tanto en ellos que no tomas tus precauciones. Con los demás uno aprende a defenderse y prevenir un mal en la medida de lo posible. No así con la gente cercana a ti. La burra no era arisca; la hicieron. Tal vez parezca muy pesimista de mi parte, pero son cosas que aprendes con los golpes que te da la vida. Aprendes a desconfiar de la gente y a pensar mal de ellos. Piensa mal y acertarás. Pero ten cuidado, porque al defenderte caes en el peligro de convertirte en lo mismo contra lo que peleaste. Lo que sí es innegable es que debes defenderte. De no hacerlo, la pasarás muy mal en esta vida. Y no siempre hay segundas oportunidades.




domingo, 8 de julio de 2018

Divide y vencerás

Siempre he odiado la política. Tal vez porque siempre consciente o inconscientemente la he asociado con corrupción, suciedad, mezquindad, inmoralidad, podredumbre. No me gusta hablar sobre el tema y menos caer en discusiones baratas. Me parece vulgar, patético. Y a pesar de eso, hay mucha gente que se pelea con los demás por defender a su político predilecto. Promesas y más promesas. Siempre es lo mismo en la política, lo único que cambian son las caras. Ha sido tanto tiempo que hemos padecido esto que ya todo esto nos parece normal. Los políticos saben hablar muy bien y todavía logran envolver a la gente. Cambian de partido con frecuencia, se lanzan candidatos "independientes" y volvemos a caer en sus trampas. Es un cuento de nunca acabar.

No soy experto en política y no pretendo serlo. Esta publicación es solamente para expresar mi punto de vista. Por más que me disguste la política, no puedo mantenerme al margen. Bueno, como todos sabemos, las elecciones en México tuvieron lugar la semana pasada, aunque hasta pareciera que ya pasaron muchas más semanas o incluso meses. Esto debido a que es de lo único que se habla. Y con el Internet y las redes sociales, es prácticamente imposible no enterarse de los acontecimientos. Sí, ya sabemos que ganó AMLO. No me sorprende, ya se veía venir. Si hubiera perdido ahí sí me habría sorprendido. Era evidente el hastío de la gente respecto al PRI y PAN. Y eso es precisamente lo que me pone a pensar: ¿realmente votaron concienzudamente o lo hicieron de manera impulsiva? Mucha gente visualiza a AMLO como un salvador, la única posibilidad de cambio. Tanto famosos como no famosos lo apoyan. Y los resultados lo avalan: una victoria arrolladora. Les ganó por una margen significativo a sus contrincantes. Todos los medios lo resaltaron, fue un hecho histórico sin precedentes. Se terminó la hegemonía priísta/panista, a pesar que estos últimos estuvieron en el poder mucho menos tiempo que el PRI.





Ahora bien, cabe aclarar que no soy anti-AMLO, pero esto de ninguna manera significa que lo apoye abiertamente. Aún tengo mis reservas al respecto. Por un lado, veo que hay gente a la que no le simpatiza para nada, pero por el otro veo a un gran número de "AMLOvers". Y este último grupo creo que es más numeroso que el primero. Se dedican a publicar cosas en las redes sociales expresando su apoyo incondicional al otrora jefe de gobierno del Distrito Federal. Y los memes y comentarios irónicos abundan al por mayor. "A tidis lis qui dijirin qui si ginibi AMLO yi si puidin ir". Francamente ya aburren con eso. Sí, ya sabemos que ganó AMLO. También ya sabemos que votaste por él. No es necesario que nos lo recuerdes cada cinco minutos. No puedo generalizar, pero hay muchos que están cayendo en lo mismo que tanto criticaban de los demás. Se quejaban de los comentarios de la gente que apoyaba la derecha y ahora que la izquierda ha ganado, están igual o peor. No bajan de ignorantes (por no decir otras palabras) a la gente que no votó por AMLO. Independientemente de que el tabasqueño no es santo de mi devoción, espero sinceramente que cumpla lo que prometió y que no defraude a sus millones de seguidores. 

No me he dado a la tarea de investigar el tema a fondo, porque como ya dije antes, la política nunca me ha interesado. Se han dicho tantas cosas que uno ya no sabe que creer. Ya sabemos que no podemos creer todo lo que dicen los medios, pero tampoco podemos cerrarnos a todo argumento contrario. Por ahí he leído y escuchado sobre varias personas que dan testimonio de lo que fue vivir en el Distrito Federal durante la gestión de AMLO y sus comentarios son poco alentadores. Con eso de que ahorita todo mundo es experto en el tema y se creen dueños de la verdad absoluta...No les puedes decir otra cosa porque no te bajan de clasista, prejuicioso, entre otros apelativos. Como el caso del diputado o candidato a diputado por Morena en SLP. Que si tiene o no antecedentes penales, que tiene infinidad de tatuajes, que no se viste apropiadamente, que no sé qué. Sean congruentes por favor. Si para cualquier trabajo profesional se necesita vestir bien, no veo por qué no debería serlo para un político. No estoy hablando de que usen ropa de alta costura sino de que tengan una imagen pulcra, cuidada, que vaya acorde con su puesto. No sé qué tan cierto sea eso de que tiene antecedentes penales, espero que sea falso. Pero seamos honestos, ustedes dudarían en contratar a alguien con antecedentes, no creo que alguien en sus cabales lo haría. En caso de que fuera cierto, claro está.
 




Regresando al presidente electo, por ahí leí que durante su gestión como jefe de gobierno del Distrito Federal hubo mejoras en rubros como la seguridad pública y la inversión extranjera, pero no así en los índices de extorsiones, desempleo y deuda pública. Lo cual quiere decir que no todo fue miel sobre hojuelas. Hay claroscuros que vale la pena considerar. Si quieren ver el artículo completo lo pueden consultar aquí: http://www.nacion321.com. Siempre en cualquier situación uno debe ver las cosas buenas y malas. No podemos cegarnos y cerrar nuestros ojos y oídos a las cosas que van contra nuestra opinión. 

Ahora pasemos a hablar sobre su imagen. No sé que tan cierto sea eso de que se tardó diez años en terminar su licenciatura, pero creo que su desempeño en los debates y otras entrevistas nos puede dar una idea. El señor necesita pulirse, si va a representar a una nación entera es imperativo que lo haga. Criticaban hasta el cansancio a EPN porque no sabe sobre literatura y porque su inglés es muy malo. Pero AMLO ni siquiera habla inglés. ¿Cómo le va a hacer cuando se reúna con algún mandatario o asista a alguna cumbre internacional? Obviamente siempre tendrá un intérprete al lado, pero si a un ciudadano cualquiera nos exigen el inglés para titularnos y obtener un empleo, no entiendo por qué esto no aplica para la persona con el cargo más alto en México. Congruencia, señores, congruencia. No es clasismo, es simple y pura lógica. Este señor debe no solamente esforzarse con el inglés sino también con su habilidad para hablar en público y aceptar la crítica. No se la puede pasar justificándose y demeritando a sus detractores. Son gajes del oficio y si no puede hacerlo, no tiene nada que estar haciendo ahí. 




También leí por ahí que la esposa de AMLO será la primera dama con doctorado. Y que además considera clasista el término de "primera dama". Tal pareciera que ella está mas preparada que su esposo. Tal vez ella debería haberse postulado como candidata a la presidencia en lugar de su esposo. Tal vez lo haga en un futuro, sobre todo si AMLO hace buen papel.

La victoria del tabasqueño me recuerda en mayor o menor medida a la de Trump el año pasado. Con esto no estoy equiparando a AMLO con Trump, me refiero más bien al sentido en el que los dos llegan en un momento en sus respectivos países en un ambiente tenso, con una división muy marcada entre la población. Así como Trump tienen sus ciegos seguidores, AMLO tiene los suyos. Pero también tiene detractores. Mucha gente tiene miedo de que sus ideologías populistas conviertan a México en lo que es Venezuela en la actualidad. No sé qué tan válidos sean estos temores, y aunque no vivamos en Suiza o Japón, como se burlan los "AMLOvers", sigo teniendo mis reservas. Digamos que le voy a dar el beneficio de la duda. Por más burda que me parezca la política, debo reconocer que es un mal necesario. 

Nunca me ha gustado poner mis esperanzas en lo más alto porque mientras más alto las pongas, más dura será la caída. Pero quiero pensar que este señor hará un buen papel y habrá un cambio en México. También quiero pensar que todos los que votaron por él no lo hicieron simplemente por resentimiento social, sin haber considerado todo en su conjunto. Aunque honestamente me da la impresión que muchos, sobre todo los jóvenes, votaron por él simplemente por llevar la contraria. Espero estar equivocado. Sólo el tiempo lo dirá.