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domingo, 16 de julio de 2017

C'est la vie

Como en las últimas semanas me la he pasado escribiendo sobre mi trabajo, esta vez quiero hacer algo diferente. Quiero hablar sobre mi pasatiempo favorito actual: los idiomas, particularmente el francés. El cual, como lo he dicho en ocasiones anteriores, se ha convertido en mi tabla de salvación. Lo que comenzó como algo trivial, se convirtió en algo más que una afición. Me he propuesto dominar el idioma aunque debo confesar que no es nada fácil (a pesar de que digan que es muy fácil para los que hablamos español como primer idioma). Lo anterior dista mucho de la realidad. Por eso he tomado varias medidas para conseguir mi objetivo. Es una disciplina, como el gimnasio, la dieta, en fin.

Comencé tomando clases particulares por Skype una vez a la semana (la $ituación no da para más por el momento). De veras que es una maravilla todo lo que puede uno hacer en la red. Antes de que existiera Internet, si uno quería estudiar con un instructor tenía que buscarlo y tomar las clases en persona. Ahora eso ya no es necesario. Gracias al Internet uno tiene miles de opciones de donde escoger. Puedo contactar a personas del otro lado del mundo e interactuar con ellos sin ningún problema (excepto como cuando he batallado con mi computadora, pero ése es otro tema). Puedo escoger el día y la hora que más se adecuen a mi horario. Y lo más importante, puedo hacerlo todo desde la comodidad de mi casa o dondequiera que me encuentre.




Me encantaba el método del primer maestro que contraté. Se nota que tiene experiencia y que le gusta su profesión (muy importante). Sus clases eran muy amenas, aprendí mucho y me divertí mucho también. El problema con él era que nuestros horarios no empataban. Entre semana yo solamente podía estudiar después de las 7 p.m., pero por la diferencia de horario eran las 2 a.m. en Europa. Así que era imposible entre semana. Los domingos no trabaja, así que el único día disponible era el sábado. Pero como es padre soltero/viudo/divorciado (nuncá le pregunté), a veces ni siquiera podíamos tener clase el sábado porque tenía que atender a sus hijos. Así que tuve que buscar otro maestro y empezar de nuevo. Bueno, empezar en el sentido de tener que acostumbrarse al ritmo de trabajo de otra persona. Mi maestro actual me corrige demasiado, pero es algo que agradezco (aunque a veces sí frustra ¡jajajaja!). Pero podemos hablar de muchas cosas que me gustan, entre ellas el cine francés. Lo cual es un plus para mí. Y hay más facilidad de comunicarnos por Skype o Whatsapp. Supongo que la edad tiene que ver. Con mi primer maestro, el cual es de mediana edad, era toda una odisea que me contestara un mensaje solicitando un cambio de hora. Pero bueno, no puedo generalizar. Hay gente joven y madura por igual que maneja las nuevas tecnologías a la perfección.

Como una clase semanal no es suficiente, decidí asistir a un grupo de conversación en francés aquí en Houston. Es un grupo que encontré en una aplicación que se llama Meetup, la cual me encanta por cierto. Va gente de todas partes: franceses, canadienses, estadounidenses, mexicanos, venezolanos, brasileños, africanos, etc. Algunos obviamente dominan el idioma a la perfección ya que es su lengua materna, mientras que otros son desde nivel principiante hasta avanzado. Dudaba mucho para integrarme, pero decidí que era necesario. La verdad me ha ayudado mucho. Durante 2.5 horas hablamos en francés...nada de inglés o español. Esto me ha obligado a tener que ser creativo al momento de expresarme. A veces es un poco difícil seguir la conversación debido a que algunos de los asistentes hablan muy rápido, pero eso le pone más sabor al caldo. Me encantan estas reuniones porque siempre aprendo algo nuevo. Además de que es una oportunidad de socializar con personas de otras culturas. Es un win-win.

Como quise dar un paso más, me puse a indagar en Internet y encontré sitios donde se inscribe gente de todo el mundo que busca un compañero para intercambiar idiomas. Así que creé un perfil especificando que buscaba a alguien que me quisiera ayudar con el francés y yo a cambio ofrecía ayudar con español o inglés. No fue nada fácil. Primeramente por las zonas horarias. La mayoría de la gente que habla francés vive del otro lado del mundo, por lo cual la diferencia de horario siempre es de 7 horas o más. De este lado del hemisferio, solamente tengo a Québec, aunque debo confesar que no me gusta su acento. Pero de todas formas es difícil encontrar a alguien porque no te contestan los mensajes o nunca logra uno ponerse de acuerdo en el día/hora para conectarse. O te dicen que ya tienen muchos contactos y que ya no están aceptando más. O algunos solamente quieren ligar por lo que solamente aceptan solicitudes del sexo opuesto. Y las mujeres son algo paranoicas. Total, seguí enviando solicitudes hasta que encontré 3 personas disponibles. Una es francesa, otra belga y otra canadiense. Con mis contactos francés y belga hablo por Skype. Con el francés comencé hablando los domingos en la mañana. Ahora hablamos domingo y martes. Se presta el horario porque vive en Guayana Francesa, así que solamente son 2 horas de diferencia. Con el belga sí es un poco más difícil. El único día que podemos hablar es el sábado. Y con el canadiense el problema es que no tiene Skype ni Internet, así que hablamos por teléfono. Afortunadamente muchas compañías de teléfono en EE.UU. incluyen llamadas a Canadá en sus paquetes, así que no es problema. El problema es ponerse de acuerdo para el día/hora para hablar. Actualmente estoy en standby porque mis contactos andan de vacaciones y ellos sí que se toman vacaciones largas (un mes). He estado buscando más contactos, pero como ya escribí arriba, es muy difícil encontrar gente a pesar de que hay muchísimas personas inscritas en estos sitios de intercambio de idiomas. He probado con otras aplicaciones como Tandem, iTalki y WeSpeke pero no tuve éxito. La decepción.




Otro medio que he utilizado para aprender francés ha sido el cine. Me encanta el cine francés. Antes solía ver los filmes con subtítulos en inglés o español, pero mi maestro me regañó y me dijo que debo verlos con subtítulos en francés si realmente quiero aprender. Empecé a implantar esta estrategia hace poco y honestamente es difícil. Trato de no leer los subtítulos para poder entender lo que dicen, pero al mismo tiempo no me quiero perder dentro de la historia. Por lo cual tengo que ver algunas escenas más de una vez: primero sin subtítulos y después con subtítulos. En fin, no se puede tener todo en la vida, ¿verdad? Actualmente es de los pocos medios con los que cuento por el momento para practicar. Así que a hacer de tripas corazón.

Estoy algo nervioso porque se acerca mi viaje a Montréal. ¡Por fin! Ésa fue la excusa que utilicé para comenzar a estudiar francés. Espero con ansias la oportunidad de poder practicar mi francés durante una semana entera. Sé que allá hablan inglés también, pero haré lo posible por comunicarme en francés solamente. Sé que el acento es muy diferente del europeo, pero bueno, ya habrá oportunidad para ir a Francia en el futuro. Au revoir!


domingo, 9 de julio de 2017

Cómo he logrado mantenerme cuerdo

En francés existe una expresión que dice "metro, boulot, dodo", la cual quiere decir algo así como "trabajo, trabajo, trabajo". Es un poco irónico y hasta gracioso que una expresión que viene de mi idioma favorito refleje a la perfección mi realidad actual. Los últimos meses han sido muy difíciles laboralmente y me he visto obligado a enfrentar situaciones francamente insoportables. Mi trabajo me ha afectado de tal manera que mi apetito, mis patrones de sueño y otras áreas de mi vida se han vuelto un caos. No exagero cuando digo que hasta pesadillas he tenido con mi trabajo. Antes existía una clara división entre mi vida laboral y mi vida personal. Eso es historia ya. Ahora aunque no esté en la oficina tengo que estar disponible por teléfono o email. No puedo estar a gusto en una reunión o descansando en mi casa porque ya me están llamando por teléfono o escribiendo por Whatsapp. Las funciones de mi puesto cambiaron de la noche a la mañana sin darme cuenta y sin haber sido consultado siquiera. No encuentro la manera de revertir esta situación. Siempre uno queda como villano cuando protesta, pero la verdad es que ya no puedo más. Siento que uno de estos días voy a explotar por estar guardándome tantas cosas con el objeto de evitar más conflictos aún. Odio los lunes más que nunca. Las horas se me hacen eternas durante la semana laboral. El viernes ya ni siquiera es un consuelo. No veo la hora de irme de vacaciones. Espero con ansias mi viaje a Canadá. Me voy a desconectar del trabajo por completo y me vale un comino si la empresa quiebra.




A últimas fechas, el francés ha sido lo único que me ha mantenido a flote. Mis clases privadas, mis reuniones con el grupo de conversación y mis conversaciones con mis amigos francohablantes por Skype son mi escape de la amarga realidad que me aqueja. En esos momentos me siento libre, lejos de mis problemas, feliz. Lo malo es que a veces me siento tan cansado y estresado que no tengo ni ganas ni energía para hacer lo anterior. Por ejemplo, mi grupo de conversación se reúne los miércoles a las 7:30 p.m. Esos días prácticamente llego a la casa, me doy un baño, ceno algo y me voy rápidamente. Llego raspando porque la reunión es a casi 40 minutos de mi casa. A veces me he visto tentado a faltar, pero yo solo me doy valor y me fuerzo a ir. Al final de la reunión, me siento con la pila recargada y el humor por las nubes. Aunque todo vuelve a su estado anterior al día siguiente.

También me esfuerzo por ver videos en YouTube, mis películas, leer, estudiar, en fin. Ha sido mi terapia para no volverme loco, mi catarsis. Gracias al francés he descubierto cosas nuevas, he conocido gente maravillosa. No sólo ejercito mi cerebro sino que también alimento mi espíritu. Siento que si dejara todo eso perdería la razón. Tampoco digo que lo hago las 24 horas del día (no soy robot), pero es vital para seguir viviendo. No concibo mi vida como era antes. A veces me frustro porque no puedo avanzar tanto como quisiera, pero después recuerdo que no sólo estudio francés por necesidad sino por gusto. He pensado en estudiar otra cosa, pero por el momento quiero enfocarme en el francés. 

No es sano vivir todo el tiempo estresado. Pero para algunas personas es inevitable. Recuerdo que desde niño me sucedía. Es parte de mi naturaleza. Pero siempre de una u otra manera he logrado salir airoso. Mi situación actual es insostenible. Por azares del destino tengo que sacar fuerzas de flaqueza hasta que llegue el momento de poder actuar. A veces no quiero ni levantarme en la mañana. No quiero ni pensar en todo lo que tengo que hacer cada día. Por lo pronto, no me queda más que aferrarme a lo único que me mantiene cuerdo. Porque estoy cuerdo...todavía.

martes, 4 de julio de 2017

Zapatero a tus zapatos

De acuerdo con la teoría de las inteligencias múltiples de Howard Gardner existen ocho tipos de inteligencia: lingüístico-verbal, lógico-matematica, visual-espacial, musical, corporal-cinestésica, intrapersonal, interpersonal y naturalista. Lo cual quiere decir que dependiendo del tipo o tipos de inteligencia que poseamos va a hacer que sobresalgamos en ciertas áreas. No todos somos iguales, por eso a algunos les gustan las matemáticas, mientras que a otros les gustan las artes u otras cosas. Obviamente cuando uno está en la escuela no tiene muchas opciones de desechar lo que no te gusta. Te tienes que aguantar y tratar de aprobar todas las materias. Pero cuando llega el momento de elegir una carrera, es muy importante considerar las habilidades y gustos que uno tiene. Lo lógico es escoger algo en lo que eres bueno. Zapatero a tus zapatos. Aunque hay excepciones, dependiendo de las prioridades que tenga una persona, otros factores pueden incidir sobre sus decisiones (el dinero, tiempo libre u otros beneficios). Pero partamos de la premisa de que soy bueno en algo y voy a seguir el camino conducente. Dios, la vida, el destino o quien prefieran me dotó de capacidades específicas con las que voy a contribuir a la humanidad y buscar la felicidad al mismo tiempo. Tarea nada fácil, pero eso es otro tema.




Antes de entrar a la universidad tenía unas ideas muy diferentes respecto a mi carrera, hasta inocentes diría yo. Ahora que estoy en el mundo laboral veo todo de manera muy diferente. Todo dista mucho de ser color rosa. Por ejemplo, en mi trabajo actual me las he visto negras desde que un compañero renunció. Bueno, no recuerdo si ya lo he comentado en otra publicación, pero en la oficina éramos tres personas solamente: mi jefe, su sobrino y yo. Hace unos meses el sobrino renunció y desde entonces la carga de trabajo es más pesada para mí. El problema estriba en que sus funciones son muy diferentes de las mías. Yo siempre he estado más orientado a lo administrativo (de hecho todos o casi todos mis trabajos han sido así). Siempre he trabajado dentro de una estructura. Me gusta el orden, odio la ambigüedad. Mi personalidad también es un poco huraña. Prefiero tratar con las personas por teléfono o correo electrónico (sobre todo este último). No me gusta tener que hacer visitas de trabajo. No me gusta trabajar a deshoras, tener que estar siempre disponible aunque no esté en la oficina. Para mi desgracia, todo lo anterior representa mis funciones ahora. Ya no tengo un horario fijo (antes lo era relativamente). Tengo que estar disponible por teléfono, Whatsapp, correo electrónico, etc. Es la naturaleza del trabajo. Trabajo en una empresa de marketing. Hacemos un poco de todo desde dotación de personal para conciertos hasta transportación de artistas. Bueno, pues las últimas semanas han sido horribles. He tenido que buscar personal para conciertos y promociones. Pero no cualquier tipo de gente. Trabajamos principalmente con mujeres y la imagen es muy importante. Así que tengo que buscar muchachas guapas, bilingües, sin tatuajes, entre otras cosas. Y no solamente debo buscar gente para eventos en Houston sino también para otras ciudades en Texas. Lo único que me dijeron fue: "Llama a fulanita y pregúntale si puede trabajar o si conoce a alguien". Y así me la he llevado, llamando y preguntando a medio mundo. Lo peor de todo es que muchas veces no contestan el teléfono, o no están intere$adas o no están disponibles. Y si a eso añadimos que son vacaciones y muchas salen de la ciudad, pues baja el cero y no contiene. A causa de eso tuve un disgusto con mi jefe ayer. Me da la impresión de que cree que no hago lo suficiente. Le dije que estoy haciendo lo mejor que puedo. Debí haberle dicho también que esto no es lo mío y que de haber sabido que iba a tener que hacer estas cosas, no habría aceptado el trabajo. Porque todo tiene un límite. Las empresas se justifican diciendo que hay que "ponerse la camiseta". Pero eso no quiere decir que tenga que realizar funciones diametralmente opuestas a las mías. La personalidad es muy importante y la mía no encaja en ese perfil. No tengo la paciencia ni la tolerancia para desempeñar este trabajo. Por eso no me metí de vendedor ni de reclutador, porque mi personalidad no es así. Pero por azares del destino tengo que hacer todas estas cosas que me disgustan enormemente.




En unos días tengo que ir a Dallas para arrancar una promoción. Eso implica irme desde muy temprano para aprovechar el tiempo y regresar ese mismo día en la noche. Voy con mi jefe y él va a conducir, posiblemente me toque conducir un tramo. Lo que más me molesta es que tengo que modificar mis planes, mi estilo de vida. Mi jefe me pregunta a veces que para qué quiero irme a mi casa y yo con ganas de decirle que qué le importa, pero tengo que resistir ese impulso. Tal vez si así como me aumentan las responsabilidades me aumentaran el sueldo...Cada vez me convenzo más de que debo cambiar de trabajo. Hacer algo que me guste, algo en lo que sea bueno, que vaya de acorde con mi personalidad. Hace tiempo descubrí que estoy orientado hacia las artes, así que tal vez ésa sea la solución. Aunque debo confesar que me da algo de miedo todo lo que dicen respecto a la vida de una persona que trabaja de eso y que no tiene ni para vivir. Y también me pregunto si no me pasará lo mismo que en los demás trabajos y termine haciendo cosas que no me gusten o para las que no fui contratado. La única manera de evitar esto sería emprender un negocio. lo cual de hecho es una idea que vengo albergando desde hace tiempo.

Bueno, pues me retiro para aprovechar las últimas horas que quedan de mi día libre. En contra de todo pronóstico me dieron el día. Pero ahí les encargo el resto de la semana. Me dan náuseas solamente de pensar en ello. Au revoir!