El racismo y la discriminación han existido desde siempre, no son algo nuevo. Ya sea por el color de piel, rasgos físicos, sexo, religión, nacionalidad, ideologías o cualquier otra cosa, todos hemos sido discriminados en algún punto de nuestras vidas en mayor o menor grado. En pleno siglo XXI, son cosas que no se han podido erradicar. Los estereotipos siguen siendo lugares comunes. En los estadios de futbol no es raro que se burlen de los jugadores de raza negra y que los equiparen a los monos. De igual manera sigue siendo común que les hagan bullying a los gorditos en la escuela y en la calle y los comentarios despectivos y bromas de mal gusto abundan al por mayor. Los homosexuales y demás miembros de la comunidad LGBT también son víctimas frecuentes de ataques despiadados. Los inmigrantes también sufren desprecios en lugares como EE. UU. y Europa (ojo: sucede en todas partes del mundo, pero nombro estos lugares porque sus índices de inmigración son muy elevados comparados con otros lugares). Y la lista es interminable.
Sin embargo, me da la impresión de que hay gente que le busca tres pies al gato con toda la intención. Recuerdo que hace algunos años en EE. UU. salió una noticia de una joven musulmana que estaba demandando a una marca de ropa por discriminación laboral. No recuerdo a ciencia cierta si se trataba de Aeropostale, Abercrombie o alguna de esas marcas similares, pero el caso es que ella alegaba que no la contrataron porque era musulmana y se vestía de manera muy conservadora, además de no encajar con el perfil. Según ella, solamente contrataban gente blanca y de buen cuerpo. Ahora, yo me pregunto: ¿acaso no sabía ella de antemano cómo estaba la cosa ahí? Porque si fue así, no sé a qué le tiraba al momento de postularse. Es como si yo quisiera trabajar de modelo de ropa interior o de pasarela. No necesito que nadie me diga que no encajo en el perfil. Yo mismo sé que es así y mejor me ahorro vergüenzas. A menos que quiera sacar ventaja de la situación y demandar a la empresa alegando que me discriminaron y que por eso no me contrataron. No sé en qué acabó lo de la mujer en cuestión, pero sí generó mucha controversia en ese tiempo. Había gente que la apoyaba y otra que lógicamente no. Estoy de acuerdo en que la apariencia no es lo más importante...en la mayoría de los casos. Pero es innegable que la imagen es un factor muy importante para las modelos, edecanes, etc. En el caso de la marca arriba mencionada, si ya sabes cuál es su mercado y la imagen que manejan, para qué fregados te quieres meter ahí si no eres el tipo. Que alguien me explique por favor.
En el caso particular del racismo, me he dado a la tarea de buscar en internet información al respecto. Es cierto que la raza negra sigue siendo discriminada en la actualidad. Pero también es cierto que cuentan con muchos otros privilegios. Me da la impresión de que muchas veces ellos se siguen victimizando y que los demás tienen consideraciones especiales con ellos para compensarlos de alguna manera. Si alguno de ustedes vive en EE. UU. podrá entender a qué me refiero. No es lo mismo ver las cosas desde fuera a vivirlas todos los días. Este tema en particular es muy delicado y existen muchas opiniones al respecto. Pero lo que sí es cierto es que si existiera una liga para gente blanca exclusivamente, ya fuera de algún deporte, religión o lo que mejor les parezca, dicha liga sería tachada de racista. Pero no así con las ligas y asociaciones de negros. Porque existen. Pero nadie parece tener algún problema con ellas a pesar de que tales asociaciones están compuestas solamente por gente de raza negra, es decir, son excluyentes. ¿Entienden mi punto? Parece existir un doble estándar al respecto.
Cuando hablamos de discriminación, uno de los primeros grupos que se nos vienen a la mente son las mujeres. La discriminación contra ellas existe, es innegable. A los hombres, en cambio, siempre se les ve como victimarios y no como víctimas. Es una realidad que no es muy conocida. Siempre en casos de violación o acoso sexual, los hombres la llevan de perder. Muchas veces se trata simplemente de la palabra de una mujer contra la de un hombre, pero tal parece que la palabra de la primera tiene más peso, más credibilidad. Lo mismo sucede en los casos de peleas por custodias de los hijos, pensiones alimenticias, etc. En los divorcios casi siempre los hombres son los que quedan mal parados. Hay muchos casos en los que las leyes favorecen a las mujeres. La edad de jubilación para los hombres, por ejemplo, es más alta a pesar de que su esperanza de vida es menor que la de las mujeres. En muchos países los hombres tienen que registrarse en el servicio militar e incluso en algunos es obligatorio servir en el ejército por un tiempo. Muchos trabajos como cajeros, sobrecargos, asistentes, etc. están reservados para las mujeres o no es bien visto que los hombres trabajen en ellos. Y qué decir del estigma con el que tienen que cargar los hombres homosexuales a diferencia de sus contrapartes femeninas. Ojo: con todo lo anterior mi intención no es invisibilizar el problema de la discriminación contra la mujer. Es un problema y serio. Creo que tanto hombres como mujeres tienen derecho a las mismas condiciones en el trabajo y en la sociedad en general. Pero tampoco podemos cerrar los ojos ante una realidad que nos afecta a todos.
La discriminación contra la comunidad LGBT es un tema que siempre debe tratarse con pinzas porque suelen herirse muchas susceptibilidades. El día de hoy quiero hacer mención del tan sonado caso de Ángela Ponce o Miss España 2018, quien concursará en Miss Universo este año. El caso ha causado mucha conmoción porque se trata de la primera vez en la historia que habrá una mujer transgénero en el concurso de Miss Universo. Hay muchas personas a favor y en contra de ello. Dejando de lado la cuestión de si un concurso de tal naturaleza debería existir o no, aquí la cuestión es de que se está desvirtuando la finalidad del mismo. Es un caso semejante al de la joven musulmana mencionado arriba. Hay cosas que no se deberían tocar. Me parece fuera de lugar querer cambiarlo todo simplemente porque no va con mi ideología. Les aseguro que si existiera un concurso de Miss Trans, por citar un ejemplo, no serían aceptados hombres o mujeres heterosexuales. Nada más lo que es. Una cosa es que una persona haya nacido hombre y se sienta mujer o viceversa, pero otra muy distinta es querer transgredir los estatutos establecidos de un concurso. También hay competencias para hombres por si no lo sabían. Tenemos a Mister World, aunque este no tiene tanta promoción como Miss Universo. Aquí el problema es que siempre quieren meterse hasta en la sopa. Si al rato sale un concurso de Miss Universo para Mujeres Nacidas Mujeres, se van a querer infiltrar de todas maneras y van a alegar que es un concurso discriminatorio y no sé que más. ¿Por qué ese afán de siempre querer meterse? Aquí sí estoy totalmente de acuerdo con Miss Colombia. Aunque tuvo que retractarse después de sus comentarios porque le tupieron, pero lo que dijo es verdad. Y no, no soy homofóbico ni nada que se le parezca, pero no por eso tengo que estar de acuerdo con todo lo que hace la comunidad LGBT. Espero no estarme metiendo en camisa de once varas por lo que estoy escribiendo. Espero ahondar en el tema en otra publicación.
Queda mucho por hacer referente a la discriminación. Pero de entrada creo que deberíamos ahorrarnos molestias innecesarias. No se trata simplemente de rebelarse contra el sistema porque sí, sino de hacerlo por verdaderas injusticias, por cosas que valgan la pena. Todo lo demás son fantochadas.
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