Buscar este blog

sábado, 27 de enero de 2018

La posmodernidad y la cultura

Hace unos meses terminé de leer un ensayo de Mario Vargas Llosa titulado La civilización del espectáculo. Había querido escribir mi opinión al respecto, pero por una u otra cosa no había sido posible.  A pesar de que no estoy de acuerdo con todo lo expuesto, me parece muy atinada la mayoría de sus comentarios. Se los recomiendo ampliamente. En él se exponen argumentos que nos hacen cuestionar el verdadero significado de la cultura. Ésta ha ido evolucionando, pero no para bien. Ahora todo es cultura o arte, por más vulgar que sea. El significado original se ha ido perdiendo con el tiempo.

Empecemos por definir la palabra cultura. Existe una infinidad de significados. Una de las definiciones más aceptadas es un conjunto de valores y creencias compartidos por un segmento de la población. No es del todo incorrecto, pero debemos agregar que la cultura se deriva de las facultades intelectuales y al cultivo del espíritu, siempre en aras del progreso y la civilización. Es algo más profundo y complejo. La cultura se expresa de diferentes formas: en la literatura, la pintura, el cine, la música, etc. Es cierto que la subjetividad es un factor a considerar, pero existen ciertos cánones de belleza que no podemos ignorar. La cultura es algo que ennoblece, que enaltece al ser humano. No es algo que lo degrade, que lo adormezca. La cultura no está peleada con el entretenimiento, pero el entretenimiento no es la única finalidad de la cultura. Por eso a muchas personas les parece aburrida o insulsa. Si van al cine quieren ver una película de acción con muchos efectos especiales o comedias simplonas. Si leen un libro, quieren algo light, con ilustraciones o con una trama superficial. Si van al teatro, quieren ver bodrios en lugar de la ópera o una obra con una historia profunda y artística. De la música ni se diga. En la actualidad abunda la música burda, vulgar, sin sentido. El reggaetón y la bachata dominan la industria musical. Son sinónimos de la "cultura" latina. 





No me malinterpreten. No digo que solamente debamos leer clásicos de la literatura o escuchar música barroca, pero estamos hablando de un problema serio cuando lo superfluo domina en nuestras vidas. No podemos poner en el mismo nivel a Luis Fonsi que a Beethoven o a Salma Hayek que a María Félix. Simple y sencillamente no existe punto de comparación. Y no se trata de gustos, ya que estos son muy variables. Existen ciertos parámetros que debemos utilizar al momento de evaluar algo desde un punto de vista artístico. Ahora llaman arte a cualquier cosa pintada en la calle o a una película de dos pesos. La nueva denominación es el arte popular. En la era de la inclusión, el arte no podía quedarse atrás. Ahora todos son cultos pero de diferentes maneras. No existe un solo tipo de cultura. Argumentan que el arte es subjetivo, que el hecho de que no nos guste algo no lo demerita. Como ya dije, existe un sesgo en este razonamiento, porque a pesar de que tiene algo de razón, no toma en cuenta el significado original de la cultura. Ésta se ha ido degradando con el tiempo y por eso se ha tenido que separar en la "alta cultura" y la "cultura popular". La cultura debe estar al alcance de todos, pero la manera de hacerlo no es degradándola sino educando a la gente. No se trata de imponerla, sino de ayudar a la gente a sensibilarse, a evaluar, a criticar, a ser más perceptivos. Ya estamos plagados de cultura popular hasta el cuello, y sus promotores lo saben. Para ellos es un negocio como cualquier otro. No les importa el contenido de sus películas, canciones, etc. Si no vende, no sirve.

En la actualidad, el chisme, el morbo y el entretenimiento dominan los espacios en la televisión, en el cine, en el teatro, en las librerías...Por eso abundan programas de espectáculos donde persiguen a los famosos hasta el cansancio e incluso los difaman. Por eso tampoco es raro que un famoso se meta a la política aunque no tengra preparación alguna. Pero la gente vota por ellos por el único hecho de que son famosos. Hasta en países de primer mundo como EE.UU. hemos visto este fenómeno. No existe una división clara entre la política y la industria del entretenimiento. El ejemplo actual más claro lo tenemos con Donald Trump. La polémica vende y bien. A la gente le encanta el chisme, hurgar en las vidas ajenas. La banalidad y superficialidad están a la orden del día. 




Mucha gente ya no lee. Son alarmantes las estadísticas que vemos respecto al tema. En países como México, la media es de un libro por año. Es verdaderamente desastroso. Por otro lado hay gente que lee un poco más, pero estamos hablando de literatura light o basura. Los clásicos poco a poco van quedando en el olvido. "Es aburrido, no tengo tiempo", argumentan. Debemos fomentar el hábito de la lectura, pero lectura de calidad. Más vale una obra de Cervantes o Dickens que cien de Coelho. Se los dejo de tarea. 

El cine también está dominado por películas baratas. Baratas en el sentido de su contenido. ¿Cuántas películas de arte vemos en exhibición en las salas de cine? Muy pocas. La mayoría de la gente prefiere ver la nueva película de superhéroes o la comedia más reciente de x actor. Es la misma historia de siempre, llena de clichés, predecible y sosa. Tal vez le hicieron un cambio, pero entretiene y eso es lo que importa. Como ya lo dije antes, yo también veo este tipo de películas de vez en cuando, pero llega a cansar que todas las películas sean así. Hollywood a veces me parece insufrible y el cine mexicano actual ni se diga. Lejos, muy lejos quedó la época de los grandes actores y directores de cine. El cine comercial está en su apogeo y lo exportan al extranjero como si fuera algo digno de hacerse. Lo peor de todo es que los "críticos" de ahora alaban cualquier churro porque es algo fuera de lo convencional.

La televisión sigue siendo el medio de difusión más importante, en mi opinión, aunque poco a poco está siendo desplazada por el Internet. Pero, ¿qué es lo que transmiten en la televisión? Varias cosas, pero el futbol es de lo que más podemos ver. No solamente partidos sino también programas deportivos. Vemos el futbol hasta en la sopa. Entre semana y en fin de semana, futbol mexicano o internacional, pero siempre futbol. Creo que es una epidemia en la actualidad. Así como lo fueron los realities tipo Big Brother en su tiempo, ahora tenemos al futbol. Bueno, pero hay que ser justos y no solamente señalar al futbol. También abundan los programas de "espectáculos" (chismes) donde en lugar de entrevistar a los famosos por su trabajo, se dedican a ventilar sus vidas privadas. Y los noticieros. Muchos han perdido credibilidad y es que es entendible. Los noticieros se han vuelto parte de los programas de chismes o deportes. Ya no hay una división clara. El periodismo hace mucho tiempo que dejó de ser lo que era; una disciplina respetable. Los titulares de los noticieron no son más que showmen, cuya finalidad es entretener a las masas. Informar de una manera objetiva y profesional quedó en segundo plano.




Los que me conocen saben que me encanta el teatro. Cuando vivía en Monterrey trataba de ir a ver alguna obra que me interesara. No lo hacía tan a menudo como hubiera querido porque la verdad no es barato. Pero además, lamentablemente en Monterrey, al igual que en otras ciudades y países, abundan las obras "basura". Comedias baratas de la Nena Delgado y compañía. No digo que no haya buenas obras, pero honestamente son contadas. La mayoría de las obras de calidad vienen de la Ciudad de México.

El entretenimiento se ha convertido en la única razón que nos motiva a ver una película, leer un libro o asistir a algún lugar. No nos interesa aprender, experimentar, conocer al mundo y a nosotros mismos. Obviamente no puedo generalizar, pero lamentablemente quedan muy pocas personas que se preocupan por cultivarse. La cultura no es sinónimo de inteligencia. Más bien, es un modo de vida. No debe ser un medio para excluir o discriminar a los demás sino todo lo contrario. La cultura nos ayuda a mejorar, a ir más alto. No es fácil la tarea que nos espera, pero tampoco es imposible. Au revoir!

No hay comentarios.:

Publicar un comentario