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domingo, 20 de diciembre de 2015

El cruel juego de Cronos

¿Qué tal, amigos lectores? ¿Cómo los ha tratado la vida? Ya estamos a un paso de las fiestas decembrinas. Caos por doquier, impaciencia por salir de vacaciones, compras de pánico, glotonería a más no poder...

Son las 6:54 p.m. en este momento. Ya se terminó mi fin de semana. Ya sé que parezco disco rayado y que tal vez estén hartos de la misma cantaleta, pero me importa poco. Cada vez me convenzo más de que un Poder Superior manipula los hilos de esta obra de teatro llamada Vida y que uno de Sus pasatiempos favoritos es jugar con el tiempo. He tratado de cegarme ante ello, he tratado de buscar una explicación lógica, pero no he conseguido nada. Sé que no soy la única víctima, ustedes también lo han padecido.




Les explico. ¿Cuántas veces nos hemos levantado en la mañana para ir a la escuela o al trabajo y nos damos cuenta de que el tiempo transcurre rapidísimo? No importa que te levantes muy temprano, en lo que te bañas, vistes, desayunas, etc. ya pasaron una o dos horas. Pero llegas a la oficina/escuela y el reloj parece que entra en un estado letárgico interminable. No importa que hayas hecho infinidad de llamadas, enviado una enorme cantidad de correos electrónicos y hecho mil y una tareas porque cuando volteas a ver al reloj, solamente han pasado unos minutos o bueno, no exageremos, pero ha transcurrido mucho menos tiempo del que pensábamos. Pero llegas a la casa y como el reloj ya descansó lo suficiente, decide que debe funcionar a un ritmo acelerado para compensar su holgazanería durante el día y cuando llegas a tu casa, el poco tiempo del que dispones antes de dormir se pasa literalmente volando. Y la noche ni se diga.




Lo mismo sucede en los fines de semana, días festivos y vacaciones. El día se acaba rapidísimo. Por eso no me gusta levantarme tarde en mis días libres porque si de por sí no me rinde el tiempo, levantándome tarde, mucho menos. Aunque esté cansado y muriendo de sueño, trato de levantarme a una hora decente y aprovechar el tiempo haciendo lo que más me gusta: leer, ver películas, escribir, cocinar...pero el reloj parece encapricharse y funcionar más rápidamente que de costumbre. Parpadeas y ya se terminó tu fin de semana o vacaciones.

Muchas personas dicen que todo es mental, que ya como adultos tenemos más responsabilidades, vivimos más estresados, llevamos un ritmo de vida muy acelerado y que nuestra percepción del tiempo cambia y por eso pensamos que el tiempo transcurre más a prisa. Los religiosos dicen que los días están siendo acortados por Dios para que el final del mundo llegue pronto. Algunos expertos aseguran que los días actuales duran menos debido a cambios en la resonancia de la Tierra. Hay tantas teorías al respecto.

Honestamente, no sé qué pensar. Es verdad que la vida de un adulto es muy diferente a la de un niño o adolescente que dispone de mucho tiempo libre. En cuanto a las otras teorías, no saco nada en concreto. Lo que sí es una realidad y de lo que sí estoy seguro, es que nada es mental: el tiempo si está transcurriendo más rápidamente. El tiempo ya no rinde lo mismo que antes y menos cuando se trata del tiempo libre.

¿Qué opinan ustedes? Au revoir!

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