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sábado, 12 de septiembre de 2015

En mis tiempos...

¿Qué tal, amigos de El Silencio? ¿Cómo los ha tratado la vida? Yo contando los días para el próximo puente jaja. Aunque para eso todavía faltan más de dos meses. Mejor a lo que nos compete.

Recuerdo mi niñez con cierta nostalgia. Tuve momentos alegres, otros tristes, pero puedo decir con certeza que fue cuando más feliz fui. Ya la adolescencia fue diferente, ya saben, ese proceso de autodescubrimiento que es francamente insufrible. Pero regresando al tema de la niñez...recuerdo que mis padres y abuelos se asombraban del comportamiento de los niños en ese tiempo, diciendo que en sus tiempos las cosas eran muy diferentes, que los niños eran más respetuosos, obedientes, inocentes, etc. Y yo me pongo a ver a los niños de ahora y no puedo evitar hacer las comparaciones con el tiempo en que yo fui niño. Si en mis tiempos la inocencia infantil ya estaba desapareciendo, en la actualidad es nula o inexistente. Obviamente no puedo generalizar, porque estoy seguro de que existen honrosas excepciones, pero lamentablemente la mayoría de los niños modernos no son la sombra de lo que fuimos nosotros en nuestros tiempo. Y no lo digo con el afán de vanagloriarnos ni mucho menos, sino para poder entender la situación que nos aqueja con los niños de hoy en día. 




Partamos de la premisa de que los niños de hoy no son educados por los padres sino por la tecnología (entiéndase la TV, videojuegos, Internet). Los niños ya no salen a la calle a jugar. Prefieren estar encerrados jugando al Xbox o Play Station o usando el Internet. Además de estar dañando sus cerebros con tanto jugar (ya se ha demostrado médicamente que no es recomendable que los niños pasen tanto tiempo en frente de un videojuego/computadora), dejan de hacer ejercicio y prefieren comer chatarra mientras juegan, lo cual a su vez deriva en mayores índices de sobrepeso infantil. El problema es que ya es muy común que ambos padres trabajen, por lo que los niños/adolescentes se la pasan solos en sus casas, o en casa de la abuela y de quien reciben la "educación" es de los videojuegos y el Internet. Y qué decir de los benditos smartphones. Ahora cualquier escuincle de cinco años tiene uno y se la pasa embelesado con él, tanto que no participan en las conversaciones familiares o reuniones sociales. Totalmente reprobable. 
Los niños de hoy tienen cuenta de Facebook desde antes de los diez años. Tienen correo electrónico, chatean, suben videos a Internet, conocen los mil usos de las aplicaciones para teléfonos móviles...son todos unos prodigios de la tecnología. Y por lo mismo están más expuestos a tanta porquería que hay en la red. Y los padres lejos de reprobarlos, les aplauden sus proezas.




Vas por la calle y no es raro que de repente veas a un niño peleando o diciendo obscenidades. Dicen palabras que si mi mamá me hubiera escuchado decirlas a esa edad, me torcía la boca de un buen golpe. Pero los niños y adolescentes modernos fuman, beben, dicen obscenidades. Niños y niñas, sin distinción. 
Los niños crecen antes de tiempo. Quieren comerse al mundo. Las niñas comienzan a maquillarse desde temprana edad. Es normal que los niños y niñas de ahora tengan pareja, pero eso no es lo peor del caso, sino que ejercen su sexualidad irreponsablemente. ¿Cuántos casos no hemos visto de niñas/adolescentes embarazadas? Inocencia interrumpida.




Los niños/adolescentes de ahora tienen cara de ángel pero alma de demonio. En la escuela tratan de establecer su dominio. Molestan a sus compañeros, les pegan, los insultan, los humillan. Y no digo que eso sea algo nuevo; siempre ha existido. Pero es alarmante que todo sea tan descarado ahora. Todos los días nos enteramos de que en una escuela agredieron a una persona. Que estaban jugando a la violación, al secuestro...Eso ya no es bullying, es maldad pura. Merecen ir a la cárcel, pero bajo el estúpido argumento legal de que son menores de edad y no pueden ser juzgados como adultos, no pasa de que los expulsen o suspendan, tal vez pagar una multa, pero de ahí no pasa. Sí saben lo que hacen, actúan con premeditación, alevosía y ventaja. No tienen escrúpulos y de grandes van a ser unos delincuentes que van a ser una carga para la sociedad si no los corrigen a tiempo. Creerán que exagero, pero no.




Los niños de hoy son voluntariosos. Hacen lo que les viene en gana. Manipulan a sus padres. No los repetan. Viven para sí mismos. Son impulsivos. No miden las consecuencias de sus actos. Son desobedientes, contestones. Ven la violencia como algo normal.
A los niños ya no los engañas con Santa Claus o el viejo del costal o el Coco. Cuando tú vas, ellos ya vienen. Conocen temas de sexualidad y drogas. Compiten entre ellos para ver quién se acuesta primero con quién o quién aguanta meterse más pastillas. Ya no les interesan los juegos infantiles, quieren ser unos adultos.


Hace unas pocas semanas, nos pidieron ayuda unas personas porque su hijo de doce años se había metido en tremendo problema. Resulta que hicieron una "sesión fotográfica" en la que le tomaron fotografías a una muchacha desnuda y las subieron a Facebook. Los padres de la "niña" estaban fúricos y estaban buscando al muchachito para arreglar cuentas con él. Los padres del "niño" nos pidieron que lo escondiéramos mientras se arreglaba la situación. Cuando sucedió todo esto, la verdad no me sorprendí porque era algo que ya sea veía venir. Este muchachito llegaba tarde a su casa porque andaba de reventón con sus amigos. Llegaba incluso a las cinco de la mañana del día siguiente. Sus padres ocasionalmente le llaman la atención, pero igualmente lo dejan salir. ¡Apenas tiene doce años! ¿Cómo es posible que lo dejen estar fuera de la casa a altas horas de la noche? ¿Haciendo quién sabe qué? No creo que esté rezando o visitando a los enfermos en un hospital.
 A ver si al rato no les sale con que van a ser abuelos.




En mis tiempos, recuerdo que jugábamos en la calle y nos divertíamos mucho, a veces nuestras mamás tenían que ir por nosotros porque no nos queríamos meter a la casa jeje. Vivíamos según nuestra edad. Nos enseñaron a saludar, a hablarles de usted a los mayores, a decir "gracias" y "por favor". Nos dejaban salir, pero siempre nos ponían una hora para regresar y si no lo hacíamos, nos iba muy mal. Nos castigaban si no nos comportábamos. No se dejaban chantajear por nosotros. Nos enseñaban a obedecer y a no cuestionar sus decisiones. Lamentablemente, todo esto se ha ido perdiendo con el tiempo porque al parecer las nuevas generaciones tienen otra mentalidad y los padres lo permiten. En lo que a mí respecta, estoy orgulloso de decir que en mis tiempos, las cosas eran diferentes...y mejores que ahora. 




Buenos, amigos, me despido por hoy. ¿Y ustedes qué opinan? Au revoir!

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