¡Hola, amigos! ¿Cómo han estado? Mil disculpas por tenerlos tan abandonados. En estas últimas semanas han sucedido cambios importantes en mi vida y me he dedicado a hacer otras cosas, pero ya estoy de regreso. Hace dos semanas que cambié de trabajo y, aunque no es precisamente lo que buscaba, me siento más tranquilo, más relajado, con energía y buenas vibras. Pero ya les hablaré de eso en otra publicación. Déjenme contarles. Mi plan original era descansar una semana antes de comenzar mi nuevo trabajo y ya mero no se me hacía, pero afortunadamente las cosas se arreglaron. Así que aproveché para irme una semanita a mi México lindo y querido. Pasé un par de días en Monterrey, el lugar que me vio nacer. Siempre que tengo la oportunidad, trato de ir. Me gusta la ciudad, además de que tengo amigos muy queridos a los que siempre procuro ver. En esta ocasión fui a comer unos tacos a los que ya les tenía ganas desde hace un buen tiempo, se les conoce como Tacos del muerto (están enfrente de un panteón). También fui a ver la exposición de María Félix en el MUNE y me encantó, aunque debo confesar que esperaba más. Pero me doy por bien servido porque María es mi actriz favorita y es un agasajo ver su vestuario de cine y aprender cosas nuevas sobre la diva. Si están en Monterrey, les recomiendo que no se la pierdan. La exposición estará hasta el 29 de julio, para que tomen nota.
Solamente pude estar un par de días en Monterrey porque tenía un viaje programado para Chiapas. Originalmente mi idea era ir a Veracruz, pero mis papás se me pegaron a la última hora y hubo cambio de planes. De todas maneras Chiapas era un destino que estaba en mi lista de destinos mexicanos por conocer (sí, tengo una lista como un nerd y qué). Me he propuesto conocer mi país, así que cada vez que tengo vacaciones, procuro ir a algún lugar de mi lista. Gracias a Dios he tenido la oportunidad de visitar varios lugares, aunque no he viajado tanto como quisiera. No siempre es posible hacerlo por cuestiones económicas o de tiempo, pero se hace lo que se puede. Cada viaje es una grata experiencia, una oportunidad de reencontrarte contigo mismo, de conocer el mundo, de aprender, de enriquecerte, de soñar. Viajar es una de las mejores inversiones que puedes hacer en ti mismo. El retorno sobre la inversión es grande, si bien no es algo tangible, es algo invaluable, y más cuando se trata de tu propio país.
Pues bien, como les contaba, nos fuimos a Chiapas por unos cuantos días. Hubo algunos contratiempos con el trabajo de mi papá y tuvimos que cambiar su vuelo, lo cual fue un verdadero caos. Pero fuera de eso, nuestro viaje a Chiapas fue superagradable. Nos quedamos en un hotel en el centro de Tuxtla Gutiérrez por recomendación de viajeros de Trip Advisor. Muy buen hotel, con habitaciones limpias, wifi y desayuno incluídos. Aunque permítanme recomendarles que si llegan a ir a Chiapas, es mejor hospedarse en San Cristóbal de las Casas y de ahí desplazarse a donde sea que vayan. Tuxtla a pesar de ser la capital del estado no tiene gran atractivo turístico, y no lo digo yo solamente sino también los habitantes locales. Entre los pocos atractivos de Tuxtla se encuentran la Catedral de San Marcos cuya particularidad es que se ve desfilar a los doce apóstoles cada hora (lamentablemente por cuestiones desconocidas no nos tocó presenciarlo) y el Parque de la Marimba donde se reúne gente de todas las edades a partir de las 6 p.m. a bailar y escuchar las marimbas. De ahí en fuera, Tuxtla es una ciudad moderna, pero bueno, son pecados de viajeros que uno comete de vez en cuando. Yo ya había planificado mi viaje a Veracruz, ya sabía lo que iba a hacer y tenía todo el itinerario, pero con los cambios de última hora no hubo mucho tiempo para hacer otro itinerario. A mí siempre me gusta planificar, la verdad no se me da mucho lo de la improvisación al viajar.
En cambio, San Cristóbal es otra cosa. Es un pueblito encantador con calles estrechas llenas de gente, casonas antiguas, plazas, portales, se respira un ambiente muy agradable y en mi opinión hay más cosas que hacer y ver ahí que en Tuxtla, además de que dicen que hay mucha vida nocturna. Me sorprendió ver tanto turista extranjero, pero sobre todo que fueran europeos. Creo que es la primera vez que me toca ir a algún lado en México y que haya más turistas europeos que gringos (obviamente no contando Cancún). Pero puedo comprender por qué un lugar así les atrae. Les recomiendo mucho que si pueden, se queden ahí un par de días por lo menos, no se arrepentirán.
Entre Tuxtla y San Cristóbal se encuentra el Cañón del Sumidero, un punto imperdible si vas a Chiapas. Hay un recorrido en lancha que te lleva por el río Grijalva y si tienes suerte, puedes ver algunos animales en el trayecto. Puedes llevar agua, refresco, un tradicional pozol o hasta cerveza para beber en el camino. Eso sí, asegúrate de ponerte bloqueador porque el sol quema y mucho. Y si llevas sombrero, cómprale una correa para que te lo ates al cuello porque si no se te vuela. Y por supuesto, no olvides llevar tu cámara para tomar muchas fotos. El recorrido dura 1.5 horas aproximadamente. ¡Recomendadísimo!
También tuve la oportunidad de visitar una comunidad tzotzil en Zinacantán y ver cómo manejan el telar de cintura, de veras que fue impresionante. Compramos unos recuerditos y hasta nos dieron a probar unas ricas tortillas de maíz negro con queso de la región. Deli, deli. Lo que verdaderamente me dejó pasmado fue mi visita a San Juan Chamula. Hay una iglesia muy visitada, hasta medio tenebrosa se podría decir, donde la gente realiza sacrificios de animales, principalmente gallinas. Reverberaban por toda la iglesia los gritos agónicos de los pobres animales. La gente que asiste a la iglesia también lleva velas y, dependiendo de la necesidad de cada persona es el tamaño de las velas. Las personas no se marchan hasta que se hayan consumido las velas. Ah, y todo el tiempo permanecen de rodillas. Había velas por todos lados, ya hasta me estaba mareando. El guía nos explicó que no hay cura en el pueblo desde que los lugareños expulsaron uno hace muchos años. Y su religión es una mezcla muy particular entre catolicismo y brujería. De hecho hasta podías ver chamanes en el interior de la iglesia. Pero lo que más pena me dio fue escuchar que la mujer en Chamula literalmente no vale nada, no tiene voz, ni derechos ni nada. Las venden o las intercambian como cualquier objeto. No hay tolerancia religiosa ni hay ley tampoco. El gobierno ahí no se mete ni para bien ni para mal. Los habitantes del pueblo son quienes hacen y aplican sus propias leyes, a veces incluso quemando gente, como fue el caso de dos muchachos que habían robado un automóvil. Es difícil de creer que en pleno siglo XXI sigan ocurriendo estas cosas y por eso no es de extrañarse que vaya mucho extranjero a este lugar para constatar por ellos mismos las historias que escuchan sobre Chamula. Si piensan ir ahí, no se espanten. Lo único que deben tener en cuenta es que está prohibido tomar fotos dentro de la iglesia (ni siquiera sin flash) así como está prohibido tomarle fotos a los habitantes del lugar ya que ellos creen que les robas el alma al hacerlo. Ver para creer.
Algo que me llama mucho la atención es la arquelogía. Siempre que voy a un lugar y sé que hay ruinas cerca, hago todo lo posible por ir, sean estas mayas, aztecas o de alguna otra civilización prehispánica. Es algo que me fascina como no tienen idea. En esta ocasión tuve la oportunidad de ir a Palenque. La verdad me quedé sin palabras. Todavía queda mucho por descubrir. Si no me equivoco, aproximadamente el 90 % de las ruinas están perdidas en la selva. Si les gusta todo este rollo de las ruinas arqueológicas, no pueden dejar de visitar este lugar. Eso sí, está un poco retirado tanto de Tuxtla como de San Cristóbal. Estamos hablando de unas 5 a 6 horas por tierra. Según nos dijeron, si piensas visitar Palenque es mejor volar a Villahermosa y de ahí son 2 horas aproximadamente.
Chiapas es sinónimo de naturaleza. No te puedes perder tampoco las cascadas de Agua Azul. Si tienes la oportunidad de quedarte un día entero, hazlo. Puedes nadar en las hermosas aguas que hay ahí, tomar muchas fotos o simplemente relajarte con la vista espectacular. Y si lo tuyo es comprar recuerditos, ahí hay mucho de donde escoger. O cómete unas ricas empanaditas. Las puedes encontrar por todos lados.
Y si te gusta "pueblear" como a mí, además de San Cristóbal puedes ir a Chiapa de Corzo. Es un pueblo muy bonito donde puedes comer muy rico, comprar recuerditos y pasear por la plaza principal y sus calles. Ah, de ahí es de donde sale la lancha que te lleva por el Cañón del Sumidero.
El tiempo se me pasó muy rápidamente, pero disfruté cada instante. De eso se tratan los viajes...y la vida también. Como escribí más arriba, me he propuesto visitar tantos lugares en México como me sea posible. México es un país que lo reúne todo: hermosos paisajes, playas, montañas, ciudades modernas y coloniales, ruinas arqueológicas, deliciosa gastronomía, folclor, una cultura mestiza muy rica, gente amable y hospitalaria... No por nada está en el listado de los 10 países más visitados del mundo. Estadounidenses, canadienses, sudamericanos, europeos, asiáticos, vienen de todas partes del mundo a conocer nuestro país.
Aun así hay gente que tiene miedo de visitar México. Es cierto que hay muchas cosas que mejorar en materia de seguridad, economía, salud y otras cuestiones. No todo es miel sobre hojuelas. Pero eso no le quita su belleza a México. Muchas personas prejuzgan o se cierran totalmente a la posibilidad de viajar ahí porque vieron o escucharon x cosa en la tele o en Internet. Pero no siempre deben creer lo que dicen los medios. Incluso mucha gente exagera. No se los digo por zalamería o ingenuidad. Tal vez soy un poco parcial, pero lo que escribo y hablo lo hago con conocimiento de causa. Ahora bien, algunos de ustedes podrían decir que yo no sé nada porque vivo en EE. UU. y demás cosas por el estilo. Eso no tiene nada que ver. Viví gran parte de mi vida en México y sé de lo que hablo. Nunca he dejado de sentirme mexicano. Lo digo con orgullo. No me avergüenzo de mis raíces. Siempre llevo a mi país en mi pensamiento. Por azares del destino tuve que emigrar, pero nunca he descartado regresar a mi país un día. Uno siempre regresa a la tierra que te vio nacer, tarde o temprano.
México es verdaderamente un país mágico. Hay muchas cosas que ver y hacer. Es un país sumamente rico en cultura y otras cosas. Mucha gente cuando piensa en viajar, piensa en EE. UU., Europa o el sudeste asiático. No digo que esté mal. Si tienen la posibilidad de hacerlo, ¡qué bien! Pero a veces no conocemos nuestro propio país. Zacatecas, Querétaro, Guanajuato, Puebla, Mérida, San Luis Potosí, Oaxaca, Veracruz, Aguascalientes, Durango, sólo por nombrar algunos sitios maravillosos que vale la pena visitar. Los invito a que conozcan su país para que luego no se los cuente un extranjero. Y a los extranjeros que lean esta publicación, si no han visitado México, ¿qué esperan? Mis paisanos los esperan con los brazos abiertos. ¡Hasta pronto!