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domingo, 25 de febrero de 2018

Todos y todas

Todos tenemos nuestras obsesiones. En mi caso, una muy particular es la del buen hablar y escribir. No es por ser chocante ni esnob, es algo intrínseco de mi persona. Cada vez que veo algo mal escrito o que escucho algo dicho de manera incorrecta, literalmente siento que me da cáncer en los ojos y en los oídos. Siempre he sido partidario de hablar y escribir bien, aunque a veces es un poco frustrante que no todos piensen así. Pero uno no se puede tomar las cosas tan a pecho al respecto, sino aprender a ser más tolerante y entender que no todos somos iguales. He cedido en muchas cosas, pero hay una sola en la que no pienso transigir: la utilización del denominado "lenguaje inclusivo". Se trata de una tendencia que ha ido a la alta en los últimos años y que tal parece, llegó para quedarse. Es un fenómeno que ha crecido exponencialmente y que está ligado íntimamente al feminismo. Es un tema complicado, al igual que hablar de homosexualidad, aborto, etc. Cada persona tiene una idea diferente sobre el tema y se pueden herir muchas susceptibilidades al debatir. Es difícil ser objetivo al momento de dar nuestros puntos de vista. Pero ya nos estamos desviando del tema. Son otras cosas de las cuales escribiré próximamente.

Pero ¿qué es el lenguaje inclusivo? Se trata de un movimiento que busca abolir la discriminación lingüística por medio de la adopción de ciertos cambios en la manera de escribir y hablar. Por ejemplo, si alguien dijera: "Los niños son criaturas vulnerables", podemos estar hablando de niños y niñas. No es necesario decir los niños y las niñas. Si dijéramos: "Las niñas son criaturas vulnerables", ahí sí solamente estaríamos refiriéndonos a las niñas. Para muchas personas es preferible decir: "Los niños y las niñas son criaturas vulnerables". Argumentan que esta frase expresa igualdad entre niños y niñas, a diferencia de solamente emplear la palabra "niños". De igual forma podemos ver esta práctica extendida a otros ámbitos. Por lo tanto ya no es raro escuchar "abogados y abogadas", "maestros y maestras", "ingenieros e ingenieras", etc. Ah, y no podríamos dejar de mencionar al nunca bien ponderado expresidente mexicano Vicente Fox con su "mexicanos y mexicanas". Es un problema que no existe en inglés, ya que no se tiene que diferenciar al masculino del femenino. Así, podemos hablar de doctors, engineers, teachers y no hay controversia al respecto. Los gringos sí que son prácticos.




En gramática española , tenemos el género marcado y el no marcado. El no marcado coincide con el género masculino y por eso es utilizado. Se trata de cumplir con un principio de economía de palabras y guardar un estilo lingüístico limpio, fácil de leer y comprender. No se trata de excluir o discriminar. Pero como ya dije anteriormente, muchas personas pueden argumentar lo contrario y no voy a decir que están equivocadas o que deban cambiar de manera de pensar. Pero si valdría la pena hacer un ejercicio de reflexión de una manera lo más objetiva posible. 

Al principio de esta publicación dije que no pienso transigir en cuanto al lenguaje inclusivo. Fui un poco categórico, pero la verdad es que puedo transigir hasta cierto punto. No me molesta tanto por ejemplo, decir "mexicanos y mexicanas", pero ¿no se han puesto a pensar en el problema que se suscita al momento de querer emplear adjetivos? "Los mexicanos y las mexicanas son guapos y guapas" la verdad no me suena muy bien. Bueno, la verdad sí me molesta. Se me hace un uso innecesario de palabras, algo redundante. Digo, seamos honestos. En aras de progresar en una cosa, estamos retrocediendo en otra.  

Ahora bien, hay otra práctica muy extendida actualmente que consiste en utilizar recursos como el arroba, asteriscos, diagonales o paréntesis para expresar el masculino y femenino. Por lo mismo, ahora vemos por todos lados cosas como: compañeros(as), amig@s, señores/as, etc. Díganme, ¿cómo fregados se lee eso? Lo peor del caso es que hasta profesionistas y personas educadas lo hacen, en mi opinión simplemente por mostrar rebeldía en contra del sistema. Tengo contactos en Facebook y conozco otras personas más que usan estos recursos y la verdad es algo que no llego a entender. Si a esas vamos, ¿qué pasa entonces con palabras como alpinista, lingüista, astronauta, atleta, medallista, maestresala y demás palabras por el estilo? ¿No deberiamos decir alpinisto, lingüisto, astronauto, atleto, medallisto o maestresalo? Aberrante.

Creo que el lenguaje inclusivo es un tema controversial y nunca lograremos ponernos de acuerdo hombres y mujeres. Alguno de los dos tiene que ceder y la verdad lo veo muy difícil. La única solución que se me viene a la cabeza es eliminar el género como es el caso en inglés. Eliminar maestro y maestra y usar algo así como "maestre". La verdad no veo otra solución. Si consideramos que el lenguaje evoluciona constantemente y que el español que hablamos en la actualidad dista mucho del que se empleaba hace 400 años, no es tan descabellada esta idea. Aunque la verdad no me termina de convencer. ¡Cómo nos gusta complicarnos la vida a los hispanohablantes! ¿Verdad? Es la belleza de nuestro idioma. Mientras tanto, si quieren expresar igualdad, por lo menos digan cosas como "compañeros y compañeras" en lugar de usar un arroba o asterisco. Se los agradeceremos profundamente. Ah, y que conste que esta publicación no es ninguna burla con mala intención, crítica sí, pero he tratado de expresar mis ideas con argumentos sustentables. 

Les dejo el enlace de un artículo muy interesante que ahonda en el tema:

Au revoir!